Carta al Tío Tony
Que tal Tío, sé que no leerás esto, ahora estás en un sueño profundo del que no despertaras, ya voy en camino a verte por última vez. No fui a hacerlo antes, me sentía muy apenado y avergonzado, no leí ninguno de los libros que me prestaste, también me salí de la universidad, tenía mucha pena de haberte decepcionado.
Ayer en el trabajo por la mañana me llego un mensaje de mi madre, tu sobrina de parte de tu esposa, me aviso que ya te habías ido para siempre, durante todo el día, evadí pensar en eso, hasta ahora no sé cómo sentirme, te fuiste un uno de octubre, tendrías 78 años, recuerdo cuando te conocí, recuerdo como hablamos de Linux, me sorprendió eso debido a la edad que aparentabas, estaba tu piel morena desgastada, tu joroba muy pronunciada, tus piernas débiles, a pesar de eso tu conocimiento reflectaba tu físico. Me hablaste de mucha ciencia cuando te pregunte sobre como mejorar en matemáticas y programación, quede impresionado de tener alguien como tú en una familia a la cual estoy tan alejado.
Pude verte años después, una vez más en una fiesta familiar que me llevo mi tío, tu sobrino, solo fui para poder verte de nuevo, estaba lleno de personas que no conocía ni ellos a mí, eran la familia materna, la mayoría de ellos les fue mejor económicamente que a mi madre y mi tío. Ahí estabas, ahora más cansado y viejo, estabas feliz jugando con tu nieto que recién caminaba, pude hablar contigo, nuevamente me compartiste mucho tu conocimiento, me hablabas de tu casa llena de libros, me compartiste tu WhatsApp para poder seguir hablando.
Me llevaste a tu casa en La Fama, de las primeras colonias de Santa Catarina, tenias una casa llena de libros, pase mucho tiempo buscando cuáles me interesan, después me invitaste a tu cuarto, hablamos, me contaste de tu vida, desde muy pequeño estuviste sin padre, eras de Aguascalientes, de familia humilde, estudiaste, trabajaste mucho, química, psicología y llegaste al doctorado, viviste en la ciudad de México mucho tiempo y llegaste a Monterrey de donde es tu mujer, tus hijos, todos ingenieros siguieron el mismo camino que tú, me hablaste también sobre Estados Unidos, como la gente es solitaria, agresiva, inhumana. En tu cuarto tenías un Raspberry Pi con Linux Mint, habías hecho tu propia computadora, me mostraste tu taller, tus experimentos que hacías en tus trabajos, me advertiste sobre el marxismo y diste tu opinión, sin ofender ni imponer, era obvio que no estabas de acuerdo con esas ideas, pues viviste la carencia desde niño, mientras la mayoría se fue por lo fácil tú llegaste lo más lejos a base de puro esfuerzo, dedicación y pasión.
No se como sentirme, si, no pude contarte sobre la universidad o hablar sobre matemáticas, pero tampoco fui tan mediocre, intente volver a Físico Matemáticas y estudiar lo que tanto te dije que quería, lo intente, estudie muchas matemáticas, al final fue por reglamento de la UANL que no pude volver, decisiones erróneas, pero, pude haberte contado de mi trabajo actual, pude haberte contado de mi servidor casero, de como hice un servidor de música donde la escucho en cualquier parte del mundo mientras mi servidor este encendido y con red, sobre como estoy siendo autosuficiente tecnológicamente, sobre como estoy luchando para certificaciones de tecnología avanzadas con la que tendré un buen trabajo, sobre como a pesar de todo el día de hoy me llaman ingeniero a diario.
No voy a poder hablar nada de esto contigo nunca más, me quedo con lo poco que hablamos, recuerdos vagos y tus libros que me prestaste. Pensé en que esté sería el cierre de mi mensaje, pero al llegar y ver a todas tus amistades que pudieron reunirse a verte, a tus hijos junto a tus nietos sentí que había más de que hablar.
Le damos el pésame a tu mujer, mi madre me acompaña a verte por última vez, ella se despide, te dice que cumpliste tu ciclo y que fuiste una gran persona, yo no sé que pensar o decir, salen lágrimas de mis ojos, arrepentimiento por no poder verte más en vida ni poder hablar más contigo.
Pasamos a sentarnos, no hay nadie de la familia de mi madre, veo como llegan señores de tu edad a despedirse, quiero hablar con ellos, pero me gana la vergüenza del que dirán, me siento muy triste, llegan familiares, mi madre habla con una prima y llega un tío de mi madre "De la nueva generación tú y tu hermano, son lo más, son lo mejor, porque a todos les dimos todo, ¿Pero a ustedes? Nadie, ustedes tenían todo para fallar y triunfaron y llegaron muy lejos" Dice el señor arrugado y canoso, se salen lágrimas en sus ojos, repite lo mismo muchas veces.
Es el tío Facundo, me quedo con duda como fue tu relación con él, pero también, me quedo con duda de porque si se refiere de tan hermosa forma hacia mi madre, no convivimos más con él, pasan las horas, está él ahí solo, nadie le habla, terminan llevándolo a su casa, me siento triste de no poder saber más de él, no pregunto mucho.
Tus hijos nos reciben bien, a pesar de no ser cercanos a ellos o que no nos conozcan, bien vestidos, educados e inteligentes, hiciste muy buen trabajo, todos tus nietos también parecen ser buena onda, se ve que tienen gustos similares a mí, pero tampoco llego a poder interactuar con ellos, en lugar de eso, termino hablando con la esposa de uno de tus hijos, es rumana, le pregunto sobre la Unión Soviética, sobre como fue vivir en el comunismo, le pregunto también sobre el brutalismo en su pueblo, no vivió mucho el comunismo, me narra cosas fuertes, feas de como sus padres lo vivieron, me cuenta también como el periodo de transición las cosas no mejoraron, por último me cuenta como aprendiste rumano para poder hablar con ella, también hablabas francés, tenía duda, pero me la confirmaron.
"A ver cuando puedes contarme la historia del Tío Tony" Me dice mi abuela, la hermana de tu mujer, me quedo con duda sobre como se puede hacer esto, puesto que no sé mucho de tu vida más lo poco que me contaste y lo poco que escuche el día de hoy, solo me queda decir que estoy triste por no haberte disfrutado más en vida, envidio de verdad a tus nietos porque si lo hicieron, tengo miedo del futuro de todos tus libros que tienes en tu casa.
"Mi padre está orgulloso de ti" Escucho decir a lo lejos a tu hijo, el esposo de la rumana, cuando nos despedimos, voy a tratar de que así sea cuando logre salir adelante a pesar de mis errores.
Adiós tío Tony, gracias por los libros que me prestaste y la atención que me brindaste.
Ayer en el trabajo por la mañana me llego un mensaje de mi madre, tu sobrina de parte de tu esposa, me aviso que ya te habías ido para siempre, durante todo el día, evadí pensar en eso, hasta ahora no sé cómo sentirme, te fuiste un uno de octubre, tendrías 78 años, recuerdo cuando te conocí, recuerdo como hablamos de Linux, me sorprendió eso debido a la edad que aparentabas, estaba tu piel morena desgastada, tu joroba muy pronunciada, tus piernas débiles, a pesar de eso tu conocimiento reflectaba tu físico. Me hablaste de mucha ciencia cuando te pregunte sobre como mejorar en matemáticas y programación, quede impresionado de tener alguien como tú en una familia a la cual estoy tan alejado.
Pude verte años después, una vez más en una fiesta familiar que me llevo mi tío, tu sobrino, solo fui para poder verte de nuevo, estaba lleno de personas que no conocía ni ellos a mí, eran la familia materna, la mayoría de ellos les fue mejor económicamente que a mi madre y mi tío. Ahí estabas, ahora más cansado y viejo, estabas feliz jugando con tu nieto que recién caminaba, pude hablar contigo, nuevamente me compartiste mucho tu conocimiento, me hablabas de tu casa llena de libros, me compartiste tu WhatsApp para poder seguir hablando.
Me llevaste a tu casa en La Fama, de las primeras colonias de Santa Catarina, tenias una casa llena de libros, pase mucho tiempo buscando cuáles me interesan, después me invitaste a tu cuarto, hablamos, me contaste de tu vida, desde muy pequeño estuviste sin padre, eras de Aguascalientes, de familia humilde, estudiaste, trabajaste mucho, química, psicología y llegaste al doctorado, viviste en la ciudad de México mucho tiempo y llegaste a Monterrey de donde es tu mujer, tus hijos, todos ingenieros siguieron el mismo camino que tú, me hablaste también sobre Estados Unidos, como la gente es solitaria, agresiva, inhumana. En tu cuarto tenías un Raspberry Pi con Linux Mint, habías hecho tu propia computadora, me mostraste tu taller, tus experimentos que hacías en tus trabajos, me advertiste sobre el marxismo y diste tu opinión, sin ofender ni imponer, era obvio que no estabas de acuerdo con esas ideas, pues viviste la carencia desde niño, mientras la mayoría se fue por lo fácil tú llegaste lo más lejos a base de puro esfuerzo, dedicación y pasión.
No se como sentirme, si, no pude contarte sobre la universidad o hablar sobre matemáticas, pero tampoco fui tan mediocre, intente volver a Físico Matemáticas y estudiar lo que tanto te dije que quería, lo intente, estudie muchas matemáticas, al final fue por reglamento de la UANL que no pude volver, decisiones erróneas, pero, pude haberte contado de mi trabajo actual, pude haberte contado de mi servidor casero, de como hice un servidor de música donde la escucho en cualquier parte del mundo mientras mi servidor este encendido y con red, sobre como estoy siendo autosuficiente tecnológicamente, sobre como estoy luchando para certificaciones de tecnología avanzadas con la que tendré un buen trabajo, sobre como a pesar de todo el día de hoy me llaman ingeniero a diario.
No voy a poder hablar nada de esto contigo nunca más, me quedo con lo poco que hablamos, recuerdos vagos y tus libros que me prestaste. Pensé en que esté sería el cierre de mi mensaje, pero al llegar y ver a todas tus amistades que pudieron reunirse a verte, a tus hijos junto a tus nietos sentí que había más de que hablar.
Le damos el pésame a tu mujer, mi madre me acompaña a verte por última vez, ella se despide, te dice que cumpliste tu ciclo y que fuiste una gran persona, yo no sé que pensar o decir, salen lágrimas de mis ojos, arrepentimiento por no poder verte más en vida ni poder hablar más contigo.
Pasamos a sentarnos, no hay nadie de la familia de mi madre, veo como llegan señores de tu edad a despedirse, quiero hablar con ellos, pero me gana la vergüenza del que dirán, me siento muy triste, llegan familiares, mi madre habla con una prima y llega un tío de mi madre "De la nueva generación tú y tu hermano, son lo más, son lo mejor, porque a todos les dimos todo, ¿Pero a ustedes? Nadie, ustedes tenían todo para fallar y triunfaron y llegaron muy lejos" Dice el señor arrugado y canoso, se salen lágrimas en sus ojos, repite lo mismo muchas veces.
Es el tío Facundo, me quedo con duda como fue tu relación con él, pero también, me quedo con duda de porque si se refiere de tan hermosa forma hacia mi madre, no convivimos más con él, pasan las horas, está él ahí solo, nadie le habla, terminan llevándolo a su casa, me siento triste de no poder saber más de él, no pregunto mucho.
Tus hijos nos reciben bien, a pesar de no ser cercanos a ellos o que no nos conozcan, bien vestidos, educados e inteligentes, hiciste muy buen trabajo, todos tus nietos también parecen ser buena onda, se ve que tienen gustos similares a mí, pero tampoco llego a poder interactuar con ellos, en lugar de eso, termino hablando con la esposa de uno de tus hijos, es rumana, le pregunto sobre la Unión Soviética, sobre como fue vivir en el comunismo, le pregunto también sobre el brutalismo en su pueblo, no vivió mucho el comunismo, me narra cosas fuertes, feas de como sus padres lo vivieron, me cuenta también como el periodo de transición las cosas no mejoraron, por último me cuenta como aprendiste rumano para poder hablar con ella, también hablabas francés, tenía duda, pero me la confirmaron.
"A ver cuando puedes contarme la historia del Tío Tony" Me dice mi abuela, la hermana de tu mujer, me quedo con duda sobre como se puede hacer esto, puesto que no sé mucho de tu vida más lo poco que me contaste y lo poco que escuche el día de hoy, solo me queda decir que estoy triste por no haberte disfrutado más en vida, envidio de verdad a tus nietos porque si lo hicieron, tengo miedo del futuro de todos tus libros que tienes en tu casa.
"Mi padre está orgulloso de ti" Escucho decir a lo lejos a tu hijo, el esposo de la rumana, cuando nos despedimos, voy a tratar de que así sea cuando logre salir adelante a pesar de mis errores.
Adiós tío Tony, gracias por los libros que me prestaste y la atención que me brindaste.
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